Presente Escénico

Tener acceso a la diversidad de tendencias y estéticas y como emergen los impulsos creadores en ellas, pienso que puede ayudar a fortalecer las propias búsquedas creativas.

Los testimonios y las vivencias de tan destacados referentes teatrales y el relato de sus mecanismos particulares que les sirven de germen para la aparición de los impulsos creadores son una herramienta más de trabajo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Prólogo por Carlos Pacheco

En muy pocas oportunidades en la Argentina un libro ha reunido las opiniones de una serie de intérpretes, de distintas generaciones, acerca de un tema especial: El impulso creador. Especial porque pertenece al mundo íntimo, privado de un ser también especial: un artista.
A través de diferentes entrevistas, la actriz y docente Teresa Calero, va tratando de inmiscuirse en esos mundos privados y logra ir develando unos puntos de partida a la hora de la creación de unos profesionales que, por unos momentos, dejan el escenario –el espacio por excelencia donde esa creación irá develándose- para explicitar esos mecanismos particulares que son el germen de unos instantes que, luego, durante una representación, movilizarán a los espectadores.
Resulta atractiva la variedad de enfoques que asoman en estas páginas porque la autora se propone ir atravesando décadas de creación a través de la experiencia de referentes indudables del teatro porteño. Y así, no solo teatristas formados en los años ‘50 y ‘60 dejarán sus señales en estas páginas sino actores y directores que, en épocas posteriores, empezaron a desarrollar sus caminos creativos, en tiempos de intensos cruces estéticos como en las décadas del ‘80 y el ‘90.
Es cierto que en este libro el lector no encontrará una expresión particular, un dato, una referencia común. Habrá muchas respuestas que provocarán múltiples preguntas, reflexiones, y ellas posibilitarán ir generando nuevas líneas de pensamiento que, seguramente, obligarán a construir nuevos discursos. Y, como seguramente sucederá, cuando esas preguntas y esas reflexiones se lleven al espacio escénico encontrarán de inmediato vías de experiencias personales que dejarán marcas en un nuevo cuerpo y una nueva representación.
El impulso creador es un material de lectura ideal para jóvenes alumnos que comienzan a transitar la experiencia del teatro. Aquí muchos de sus maestros trasmiten cuestiones inherentes a sus técnicas de trabajo, sus pensamientos acerca de la actividad fluyen seguros, son muy genuinos, y por eso adquieren el valor de fuertes testimonios en una época también particular: de crisis económica, social, política, donde el cuerpo de un actor tiene la posibilidad de modificar, por una rato, durante una función, algo de lo que un afuera convulsionado pareciera querer inmovilizar: el pensamiento y la creatividad.
Un buen actor en escena siempre ha dejado, deja y dejará, una marca en la memoria de quien lo observa. Algo de ese por qué asoma explicitado en estas páginas y eso resulta sumamente atractivo a la hora de comprender buena parte de la creación teatral de Buenos Aires.

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